Fuente: Daily News

Internet debería ser una gran fuerza democratizadora, que permitiera compartir información en todo el mundo. En el mejor de los casos, Internet permite a un estudiante en el sur del Bronx aprender sobre las selvas tropicales en América del Sur, lo que despierta un amor de por vida por la biología y, años más tarde, un doctorado. Pero la realidad es que el internet de la ciudad de Nueva York, al igual que nuestras escuelas, el sistema hospitalario, las viviendas y más, está segregado. 

Aproximadamente un tercio de los hogares de los cinco distritos carecen de la conectividad a Internet de banda ancha doméstica y móvil necesaria para participar plenamente en la vida moderna, y casi 1,3 millones de neoyorquinos carecen por completo de conexión de banda ancha. En general, las comunidades que más sufren esta brecha digital son las de bajos ingresos y tienen más residentes de color. 

En 2023, una conexión a Internet no es un lujo, es una necesidad para la escuela, el trabajo y para mantenerse en contacto con amigos y familiares. Es casi tan crítico como el agua corriente, la electricidad y el calor. Durante los primeros días de la pandemia de COVID-19, por ejemplo, la ciudad distribuyó millones de dispositivos habilitados para 5G con el fin de ayudar a casi el 13 % de los estudiantes de escuelas públicas que carecían de un estudio adecuado de acceso a Internet en casa de forma remota. Sin embargo, innumerables estudiantes no pudieron participar debido al deficiente servicio 5G. Por eso, socios públicos y privados se han unido para invertir más de 200 millones de dólares para ayudar a salvar la brecha digital de Nueva York a través del nuevo programa Link5G de LinkNYC: por encima de las aceras, en el subsuelo y en cualquier lugar intermedio.

LinkNYC se lanzó en 2015 con un plan audaz: reemplazar los teléfonos públicos que funcionan con monedas con una infraestructura que proporcione Wi-Fi público gratuito, llamadas telefónicas e información local. Se ha convertido en la mayor red Wi-Fi pública gratuita al aire libre del mundo, conectando a más de 12 millones de usuarios y realizando más de 30 millones de llamadas. El siguiente paso de esta asociación, Link5G, proporcionará el mismo Wi-Fi y llamadas telefónicas gratuitas, además de una estructura capaz de albergar equipos de operadores celulares como AT&T, Verizon, T-Mobile, Dish y otros que desean expandir sus redes 5G. 

La equidad está en el centro de esta ampliación, con el 80 % de las nuevas ubicaciones de Link5G en el Bronx, Queens, Brooklyn o Staten Island, o por encima de la calle 96 en Manhattan. Pero la equidad es más que construir en vecindarios específicos, también significa crear una red inclusiva y abierta para todos, dondequiera que se encuentren en la ciudad, razón por la cual Link5G proporciona conexiones en toda la ciudad, no solo en ciertos vecindarios. 

Las redes 5G más sólidas garantizarán que todos puedan conectarse a Internet, cuando y donde lo necesiten. Pero no se trata sólo de descargar un correo electrónico más rápido: la cobertura 5G ubicua transformará nuestra forma de vivir. Cuando se implantó el servicio 4G, proporcionó el ancho de banda necesario para servicios como compartir viajes y transmitir música. Si no construimos redes 5G, la ciudad de Nueva York corre el riesgo de perderse las tecnologías del futuro. 

Pero eso es justo por encima del suelo. Los barrios de la ciudad de Nueva York también sufren disparidades en la infraestructura de cable de fibra óptica, el elemento básico de la conectividad a Internet. Aunque el Bajo Manhattan tiene más opciones de servicio de banda ancha que casi cualquier otro lugar del país, la infraestructura de fibra óptica es relativamente escasa en toda la ciudad, con las mayores lagunas en Brooklyn y Queens. Como resultado, la única opción para muchos neoyorquinos es un Internet más lento y caro, y como no hay competencia, los proveedores de servicios de Internet tienen pocos incentivos para mejorar. 

Ahí es donde entra Link5G. Cada vez que se instala un nuevo quiosco Link5G a través de esta asociación público-privada, se coloca junto a él un cable de fibra óptica "neutro", desvinculado de un ISP concreto, para proporcionar el ancho de banda necesario para la Wi-Fi pública y la 5G. Ya se han desplegado miles de metros de nueva fibra y está prevista una inversión adicional de más de 50 millones de dólares. Con el tiempo, la red llegará a todos los distritos comunitarios de la ciudad, lo que permitirá a los ISP ofrecer más opciones a los neoyorquinos, y a un coste menor. Pero esa no es la única forma en que el Link5G ayudará a llevar la banda ancha a los hogares de los neoyorquinos: los operadores de telefonía celular ahora ofrecen Wi-Fi en el hogar impulsado por 5G. 

Aunque en la ciudad hay quien critica esta labor crucial, la mayoría comprende el valor de esta asociación público-privada y por qué es fundamental que Nueva York disponga de la infraestructura de Internet de mayor calidad y más equitativamente distribuida de las grandes ciudades del mundo. Frente a la oposición a este proyecto, más cargos electos neoyorquinos deberían apoyar Link5G como una inversión que reportará dividendos hoy, mañana y en las generaciones venideras.